domingo, 24 de mayo de 2009

Volando de Canta hasta África.


Una ilusión, una idea recorrió su cabeza y no dejó de pensar en ello. Después de ese paseo, la perspectiva cambió. Quiero viajar, irme fuera, muy lejos. Hoy fuimos a Canta, un pueblo geográficamente aledaño a Lima, pero realmente pareciera estar a miles de millas de la capital. Conocer este lugar hizo que Uber cambie los zapatos por zapatillas, y que su fiel compañera, su cámara fotográfica, no permanezca dentro de su estuche, quiso que durante todo el viaje capture el paisaje natural que lo rodeaba. No hay límites. Antes tenía que corretear palomas en un parque de San Isidro para poder fotografiar el aleteo ascendente del ave a su nido, y si una se asustaba, perdía todo su trabajo.
En su álbum de registros, Uber ha fotografiado a decenas de aves. Un amigo suyo tiene un cernícalo plomo que reposa en la sala, y cuando el ave se sentía amenazada por la caja negra, presintiendo peligro, abría sus grandes alas, y graznaba y picoteaba, graznaba y picoteaba. En otra oportunidad conoció a una periodista a la que también le gustaban las aves, y en casa criaba a cuatro búhos blancos. Perfecto. Él fue a visitarla y a obtener algunas fotos. Los búhos son animales extraños, guardan grandes misterios, pero hermosos, sus ojos paralizan. Había un elemento que siempre se repetía, las fotos eran tomadas en alguna casa o algún parque, en Lima no hay lugares muy abiertos, en los zoológicos los animales dan pena, todos se dan cuenta que están tristes, descuidados, sin ánimo. Las aves también sufren encerradas, peor aún, ellas deberían permanecer volando cuando les de la gana, libres, por eso las fotos aunque profesionalmente capturadas, no reflejaban lo que Uber quería.
En la universidad están haciendo una investigación acerca de los niveles de contaminación sonora en todo Lima; Uber y Fernando, integrantes de este taller, fueron los encargados de hacer un trabajo de campo e ir a Canta y hacer el registro de los sonidos que puedan recolectar. Para este viaje, Uber llevó a su fiel amiga para ver si encontraba aves a las cuales fotografiar.
Cuando llegaron al pueblo, empezaron a trabajar en la investigación, agraciados con el pueblo, Fernando correteaba como un niño en un parque de diversiones, el aire es fresco y muy limpio, y Uber recibió la bienvenida de dos águilas negras que surcaban los cielos, majestuosas e imponentes. ¡Qué hermoso lugar! Soltó una sonrisa casi maliciosa por la satisfacción con la que sus anfitriones lo recibían. Desempacaron todos los equipos y se pusieron a trabajar en el proyecto para el que fueron enviados a Canta. En este lugar no hay muchos sonidos que congestionen, parece un pueblo fantasma, así que el trabajo los mantuvo ocupados hasta las tres de la tarde.
A Fernando también le gusta la fotografía, tiene una Nikon profesional, pero su afición son los paisajes abiertos, tomas panorámicas, ambientes naturales a gran escala. Uber se internó en el bosque, a buscar todo tipo de animal alado que encuentre en su camino. Empezamos con palomas, pardas de cuello arco iris, había una bandada de más de treinta, así que las tomas serían individuales y grupales. Al parecer las aves que no viven en cautiverio tienen menos miedo, dejan que te acerques más y no se espantan. Las palomas son aves internacionales, están en todas partes. En Canta abundan.
En total, encontró más de 20 especies de aves, desde pequeños gorriones hasta un cóndor macho adulto de casi tres metros con las alas abiertas. Es el animal con más jerarquía, pero teme a los humanos. Uber lo encontró reposando en la cima de una montaña a la que llegó luego de caminar por casi una hora, pero valió la pena, la cámara no dejaba de fotografiar a este gran ave, tenía una cresta roja y un cuello muy blanco algodonado por sus abundantes plumas, parecía llevar una chalina. Tomaba un par de fotos y avanzaba un paso, dos fotos y otro paso, así hasta que el ave se sintió invadida y voló. Él sabía que eso sucedería y estaba preparado, subió la velocidad de la entrada del diafragma a uno sobre mil, y el disparador tipo metralleta. El cóndor abrió sus imponentes alas y se fue. Uber se quedó contento con sus tomas. Fernando lo esperaba, al parecer también contento con su faena fotográfica. Fue un viaje gratificante para ambos amigos, quienes volviendo a Lima empezaron a descargar las fotos, analizaban las tomas, y los resultados fueron: Aves libres, sus miradas lo reflejaban.
De noche y ya en casa, la experiencia vivida hacía que Uber no pueda descansar, pensaba y sentía que la energía de las aves se conectaba con él. En su sueño se convirtió en águila, y se fue para África, el continente madre, quería volar y encontrarse con todo lo que la naturaleza le ofrecía en forma de animales. Estaba cansado de estar en la ciudad, contaminada de ruidos, él lo sabía, se encontraba haciendo una investigación de ese tema, y se dejó poseer por el águila y llegó a África, llegó a encontrarse con miles de aves de distintas especies que volaron junto a él desde las américas, libres. Disfrutó de su existencia y volvió en sí. Eran las siete de la mañana, y telefoneó a Fernando para contarle el sueño del que acababa de despertar, y este le dijo que soñó que regresaba con su ex enamorada, nada distinto, un sueño común en él.
Quiero ir a África, quiero conocer el lugar donde las aves y todos los animales se sienten libres, quiero ser libre junto a ellos, se lo propuso. Fue un sueño, pero le planteó una meta, viajar, fotografiar y enseñar. Punto aparte.

Aprendiendo de ella


Teñida de rojo la conocí, mientras caminaba abrazado a mis raíces, emocionado por descubrir un camino distinto, ahí estaba ella. Su mirada coqueta me llamaba y yo correspondía. Nos olvidamos del tiempo, nos olvidamos de formalidades y del mundo. Fui a ella como un león, no quería lastimarla y mis garras la abrazaron suavemente. Bailamos juntos toda la noche, en un salón sin música ni ritmo, esa madrugada de abril me enseñó que solo bastaba permanecer callados, sin habla. Me miraba fijamente, y en ese momento desaparecimos nosotros o desaparecieron ellos, pero ella no dejaba de mirarme. Mi piel la acariciaba, mientras las aves cantaban. El alba nos saludaba, y nuestros corazones se entrelazaban; funcionando por emoción nuestros pies dibujaban constelaciones estelares y la música matutina suavizaba mis latidos. Hermoso silencio, qué lástima que no te quedes, cuando cruces la puerta no habrá más compañía que la gente desaparecida.
Quiero que la lluvia amarilla descienda, quiero que el verde pasto me caliente. ¿Dónde estás princesa de rojo? Te olvidaste de mostrarme el camino, ahora los pedregales forman murallas más altas que el Machu Picchu. Si tan solo el silencio me hablara y me mostrara el camino, no estaría mareado, subiendo y bajando, corriendo para que se me quite la sed, no estaría construyendo agujeros blancos. Ni las matemáticas me sirven. ¿Dónde estás?
Hace tres mil años no había reggae, hace mil quinientos meses Internet no jugaba con mis dedos, tampoco veinte días antes te conocía, pero desde siempre el corazón ha latido y cantado, su comunicación no tiene frecuencia ni historia. Gracias a los colores sé que el frío quema, y los peces ya no nadarán sobre el fuego porque en la naturaleza rugen leones. Mi corazón te canta y te clama, y siento que el tiempo nuevamente desaparece, ahí estás nuevamente bailando sobre las llanuras de Etiopía, descalza sin lastimar a las espinas que almidonan las nubes. Has vuelto a África para descansar bajo un árbol, espérame. Quiero abrazarte y convertirme en gaviota, surcar los cielos y respirar aire fresco, cruzar Machu Picchu. No dejes que el semáforo cambie de color, porque el tráfico comienza en verde. Cuando el tiempo paraliza te puedo ver, si Gautama no fuese educador no recordaría tu nombre, si Jesús no fuese negro mi cabello dejaría de crecer; así los días que faltan serán más limpios porque la guerra ya terminó para mí. A tu lado conocí que los ojos no mienten, a tu lado conocí que la piel no endurece el corazón, y que la vida está para vivir.
Ahora no te ocultes en el Sahara, que tu mirada traviesa me alivia dolores, y mi corazón está fundido al tuyo, gozando porque el sol brilla más de veinticuatro horas. Aliméntame con tus labios, así como la gaviota alimenta a su pichón. Ahora que apareces vestida de rojo, fabricaré melodías con el antiguo reloj de pared, me bañaré en el humo elevado de la tierra y a los desaparecidos les diré que las lágrimas no son igual al sudor, que yo león aplasto al dragón, porque en Zion no existe confusión. Ahora que mis ojos miran al sol, escribiré siete poemas cubiertos de ti, de tu perfume, porque ya sé tu nombre y los misterios de las Rosas. Punto aparte.

Descubriendo



Descubriendo las maravillas del mundo me encuentro,
Sentado y callado para conectarme a la naturaleza
En los árboles los pájaros me regalan su canto
Las flores del campo perfuman con su belleza.


Descubriendo las maravillas del mundo me encuentro
Es el paraíso terrenal esparcido en forma de paisajes
No son templos ni ciudades formadas por el humano
Son los accidentes que la mano de Dios hizo que encajen.

Sentado y callado para conectarme con la naturaleza
Porque en el silencio el viento entona su estribillo
Y los misterios verdaderos son revelados con prudencia
Mientras el aire me eleva de su cascada a la cima del río.

En los árboles los pájaros me regalan su canto
Es una fiesta que dulcifica el corazón y lo purifica
Todas las fieras salvajes bailan alegres con encanto
En una albufera, reunidos disfrutan de esta melodía.

Las flores del campo perfuman con su belleza
Mil olores se entrelazan y sonrojan mis mejillas
Todos mis sentidos excitados imploran sutileza
Mi alma reconoce que esta es la mayor maravilla.

No te mortifiques caminando sin sentido ni rumbo
Al dinero y al poder no les gusta la serenidad
Acompáñame en este viaje indeleble a cruzar el surco
Porque en la televisión no te hablan de eternidad.

Para ver el sol y la luna tienes que alzar la mirada
La felicidad es una costumbre y un camino ameno
Perfumado por las flores y cantando con pájaros, porque
Descubriendo las maravillas del mundo me encuentro
Punto aparte.

domingo, 17 de mayo de 2009

Premio Nobel de Literatura para un peruano.


La Academia Sueca que propone a los candidatos para el próximo premio Nobel de literatura, está decidiendo quien es el autor de habla hispana para postular a este reconocido premio. La lista la encabeza el peruano Mario Vargas Llosa, y muchos críticos se han manifestado acerca de este tema. En diversos blogs se argumentan los por qué el peruano merece este premio, y uno como peruano, siente el orgullo de saber que tenemos a un gran referente de la literatura de América Latina y mundial.
Las obras de Vargas Llosa, como La Ciudad y los Perros, La Casa Verde, La fiesta del Chivo, entre otras; han marcado toda una época, además él es uno de los miembros del boom latinoamericano, y en sus textos se refleja la problemática que se vive en esta región. Los aportes de este escritor son muchos, y a través de sus novelas es que luego se involucró también con la política, la religión, etc.
Esperemos que el veredicto sea a favor de la literatura y el reconocimiento a esta gran persona. Desde 1990 cuando el mexicano Octavio Paz ganó el Nobel, el premio es esquivo a escritores de esta región, y sería la primera vez que un autor peruano gane el galardón, que alguna vez creo también lo mereció Julio Ramón Ribeyro.
Solo nos queda esperar, ojalá que la Academia no se equivoque, como la crítica internacional siempre la ha tildado, porque recordemos que hay grandes autores a los que nunca se les otorgó el premio, que con su trabajo merecían. Mi candidato es Vargas Llosa, y para la crítica, según leo, también. Apoyemos a nuestro compatriota. Punto Aparte.

Música para camaleones – Truman Capote.


Este conjunto de cuentos, forman parte de la nueva era de la literatura estadounidense y mundial, empleada anteriormente por el mismo Truman Capote, en sus best seller A Sangre Fría, Plegarias Atentidas, Se Oyen las Musas, etc.
Las historias aquí contadas son cortas, y no guardan una unidad temática. Las descripciones que él hace, ya son características, porque cuando se detiene en un personaje, hace una descripción de todas sus facciones, como si de una investigación policial se tratase; lo mismo sucede con los ambientes, sean cuartos o lugares en general.
De todo el libro, hubo una historia que más llamó mi atención y la que me dejó un gusto amargo en su final, es la que se titula Ataúdes tallados a mano. De hecho un típico caso policial. No son mis favoritos, pero esta historia me atrapó, quería que Jake Pepper capture al señor Quinn, propietario de una gran finca, aunque como relata el libro, Pepper se dejó llevar por la emoción más que por la razón, lo cual hizo que pierda los papeles y se obsesione con la idea de atrapar al poderoso ranchero. La historia es interesante, pero su final muy pobre. De hecho el material con el que Capote contaba, le bastaba para crear un libro solo de esta historia, y recurriendo a la literatura, podría haber fabricado otro final, pero ya conocemos a Capote, no le gusta inventar, muestra la realidad tal cual.
Los otros relatos no tienen nada de extraordinario, típicas historias de un periodista como Capote. Lo distinto de esta obra es sin duda, que en casi todas las historias, él está presente, como un personaje más. De hecho, como él cuenta, todo este libro es producto de las revisiones de su diario, de conversaciones cotidianas con conocidos, como la conversación con Marilyn Monroe en Nueva York, etre otros.
El título a propósito se basa en el primer cuento del libro, cuando Capote se encuentra en una isla del caribe, en la Martinica en Haití, en casa de una afrancesada Madame, que cuenta con sus peculiares mascotas, muchos camaleones, le explica sobre lo misteriosos que son, no solo por cambiar el color de su piel, sino por la reacción que tienen frente al piano. De hecho, estos animales se agrupan al escucharlo, y es como si bailasen. De este cuento proviene el título, y no guarda relación con los demás.
El libro, para cualquier estudiante de periodismo, es valioso porque te muestra los elementos que debemos tener siempre en cuenta, que aunque ya son conocidos, a veces se olvidan o se postergan; la observación, la descripción, los apuntes; cosas básicas en esta carrera. Punto aparte.

Del Amor y Otros Demonios – Gabriel García Márquez.


Gracias Gabo (Gabriel García Márquez) por esta fabulosa historia, la de Sierva María de Todos los Ángeles.
Es realmente motivador saber que la pluma de un escritor parte de un hecho real, de una nota periodística y se transforma en una historia genial. No podría negar que este libro fue el primer paso, decisivo, para seguir adelante con mis proyectos. El libro que motivó y me mostró lo fabuloso que es la literatura.
Esta obra, posee magia, para narrar y atrapar al lector y llevarlo al lugar y momento donde se desarrolla la historia. Podríamos ser algún poblador escondido que especta lo que ocurre y ve en el mercado a Sierva María De Todos los Ángeles caminando, buscando a su sirvienta, y al perro cenizo que luego la mordió; podríamos ser algún criado del Marqués de Casalduero, o algún novicio o novicia en el convento de Santa Clara. Es que simplemente cada palabra tiene un significado especial y el lenguaje usado te hace transportar a dicha época.
Es impresionante el saber conjugar las creencias locales con grandes mitos y paradigmas en la humanidad. Darle ese matiz y convertirlo en una historia que te transmite varios mensajes de acuerdo a la percepción de cada lector.
Esta historia trata de una niña que al cumplir doce años acompaña a su sirvienta al mercado para comprar arreglos para su fiesta y es mordida por un perro callejero que al parecer tenía el mal de rabia y había matado a cuatro personas. Según transcurren los días, Sierva María cae enferma con fiebre, y sus padres al enterarse lo que ocurrió en el mercado la llevan a un hospital por recomendación de Abrenuncio de Sa Pereira Cao, medico local. En el hospital poco o nada pueden hacer por la pequeña a quien califican de endemoniada porque no se llevaba bien con los blancos y empezaba a comunicarse en lenguas africanas; luego es llevada al convento de Santa Clara, donde deciden exorcizarla aduciendo también la posesión de algún demonio en el cuerpo de la pequeña niña.
En la época que sucede esta historia, las creencias de la gente hacían pensar muchas cosas, y lo que no se resolvía con ciencia, se atribuía poderes celestiales. La verdad era que la niña simplemente tenía rabia y los padre no fueron lo suficientemente capaces de asumir eso y curar a su pequeña niña. El resultado desencadena una historia realmente extraordinaria. Ver como un cura, Cayetano de Laura, encargado de exorcisar a Sierva María se enamora de ella, quien en su agonía lo reclama a su lado, incomprendida por la sociedad medieval.
Este libro se lo recomiendo a cualquier persona que guste leer. Simplemente fantástico, nuevamente gracias Gabo, por regalarme y enseñarme lo fabuloso que es la literatura. Punto aparte.